Amor y Hermandad: Francisco I
"el acostumbramiento nos anestesia el corazón, no hay capacidad para ese asombro que nos renueva en la esperanza, no hay lugar para el reconocimiento del mal y poder para luchar contra él"..."uno de los peligros más grandes que nos acechan es el 'acostumbramiento'. Nos vamos acostumbrando tanto a la vida y a todo lo que hay en ella, que ya nada nos asombra; ni lo bueno para dar gracias, ni lo malo para entristecernos verdaderamente".
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