NOVEDAD: ETIAM VI - REVISTA AGUSTINIANA DE PENSAMIENTO
Hace ya mas de cinco año que el editorial de ETIAM nos hablaba sobre el propósito de esta publicación cuyo numero seis acaba de ver luz :
« Nuestro
propósito, además, es generar otro
ámbito, a modo de foro, para la reflexión sobre la vida y la fe acompañados por
el pensamiento de san Agustín, que toca el corazón con la razón y la razón con
el corazón.
Deseamos una vez más, todavía en nuestro tiempo, posibilitar
un ámbito de investigación, de escucha y visión de la vida desde la fe, de la
fe viva que es pensada y del pensamiento que se abre a la fe.
Siendo profesor de Dogma
en la Universidad de Ratisbona, Joseph Ratzinger aceptó la invitación de la
comunidad agustiniana de la Parroquia Santa Cecilia en dicha ciudad para predicar
un 28 de agosto de 1965, día de la fiesta de san Agustín.
“Los altavoces y los gritos de este mundo –decía- se han vuelto tan
fuertes que apenas tenemos la fuerza para percibir el sosiego y la calma de
estar con Dios. Si nos imaginamos de vez en cuando que nos hemos vuelto más
inteligentes, capaces y más sabios porque aprehendemos únicamente lo visible,
lo tangible, tendremos que reconocer más bien que en realidad se ha reducido la
vista de nuestro corazón, que ya no somos capaces de mirar lo invisible y de
dirigir los ojos a la eternidad, sin que todo lo visible deje de ser válido” (OSAInt, 4-2006, 7).
Sí,
este es también, aún e incluso nuestro
propósito, de la mano de Agustín de Hipona. Deseamos hacerlo sencillamente, con
la gracia de Dios y el espíritu de Agustín, de quien también comentaba en la
ocasión citada el hoy Papa Benedicto XVI:
“Nietzsche dijo una vez que no conocía a san Agustín y que le parecía
un tipo ramplón y ordinario. Por un lado, es algo que puede ser cierto, por
otro, sin embargo, allí radica la grandeza cristiana de san Agustín. Él podría
haber sido un aristócrata del espíritu, pero por amor a Cristo y por amor a los
hombres, en quienes él ve a Cristo que viene, abandonó el castillo de marfil de
la alta intelectualidad y del prestigio para ser verdaderamente persona entre
las personas, siervo de los siervos de Dios. Por amor a Cristo que no desdeña a
nadie, abandona la divina señoría que podría haber tenido y decide ser una
persona como nosotros, abandona toda su grande personalidad elocuente para
hablar de la Palabra de Dios en modo sencillo y simple” (ibid, 8).
Aquí está la propuesta de quienes emprendemos el itinerario con ETIAM, deseando –“en modo sencillo y simple”-
posibilitar un ámbito de Estudio Teológico Interdisciplinar
Agustiniano
y Misionero.
Comenzamos... »
Esperamos que este primer lustro de vida haya sido sincero y sencillo ejemplo de aquel humilde deseo.
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