El Fuego de Boris...un aniversario para nuestra memoria
Siempre el coraje es mejor / la esperanza nunca es vana J.L.B. Por Edit Marinozzi “¡Queman libros, queman libros!” gritaban los chicos. Era el 30 de agosto de 1980, y un millón y medio de ejemplares de libros del Centro Editor de América Latina ardían en una hoguera que persistió por tres días en un baldío de Sarandí.
La policía de la provincia de Buenos Aires cumplía así la orden que el 7 de diciembre de 1978 firmara el mayor retirado del ejército, Héctor Gustavo de la Serna, que actuaba como juez federal en la ciudad de La Plata.
Los inspectores municipales y el Cuerpo de Caballería habían allanado y clausurado los depósitos del CEAL en Avellaneda y arrestado a catorce peones, bajo la acusación de infringir la Ley 20840, que castigaba a los ciudadanos que “por cualquier medio, intentasen alterar o suprimir el orden institucional y la paz social de la nación”.
Porque se trata de recordar: además del secuestro y la desaparición sistemática de los luchadores sociales y de la consol